Nuestra sidra se elabora con mezclas exclusivas, variando entre variedades ácidas, dulces y amargas. Las manzanas son recolectadas en nuestro propio manzanal, compuesto por estas diversas variedades, y llevamos un seguimiento exhaustivo de cada una para garantizar que se cosechan en su punto óptimo de madurez.

Trabajamos exclusivamente con variedades admitidas por Euskal Sagardoa, de origen en Euskal Herria, que han sido mejoradas y conservadas en nuestro caserío durante siglos para preservar sus mejores cualidades en la elaboración de sidra.

Nuestro manzanal rodea la sidrería, lo que garantiza que las manzanas llegan a la línea de producción frescas y sin sufrir daños por el transporte.

La cosecha suele ser abundante cada dos años, y algo menor en los años intermedios. En los años de baja producción, complementamos nuestra cosecha con manzanas de caseríos vecinos, siempre provenientes de manzanales registrados bajo la denominación de origen Euskal Sagardoa.